- Escondámonos un rato Holli, estoy muy cansada.
- Esta bien, pero no será mucho Para, solo en lo que pienso en como salir del pueblo.
En la penumbra de la luna nueva, la villa de Das Versprechen ardía en los fuegos endemoniados de los muertos y malditos liberados a la voluntad de Colmillo Sangriento, Heraldo de la Noche y Amo de los Condenados. Monstruos hambrientos llevados al frenesí de la locura por los lujuriosos deseos de su maestro impulsados por el dedo de la bruja De´Infernis que en la luna llena anterior presagio la sangre del cazador.
“El cazador no debe ver una nueva luna pues su destino será el combatir entre las sombras en la más absoluta de su oscuridad, de el cazador no hay escondite ni escape, ya que es capaz de recorrer los caminos tenebrosos”
La loca hablaba sin sentido pero estaba rabiosa a causa de la visión de sus hechizos y no tuvo descanso hasta que su lengua fue cortada por el amo del castillo y las puertas de los calabozos fueron abiertas dejando en libertad toda clase de abominaciones de la noche, el cazador no vería una nueva luna.
La noche en que el ejército de No-Muertos atacó Das Versprechen las gemelas Paradia y Holliria habían terminado sus estudios de magia élfica justo antes del anochecer y se disponían a velar en meditación en sus habitaciones cuando todo comenzó. Los gritos de los pobladores ante la masacre fueron alarmantes y ello propició que su padre les ordenara escapar hacia un reino para ellas desconocido, les escribió una carta, les dio un saco mágico y se despidió para nunca volver a verlas.
Para tenia mucho miedo, pero su sobreprotectora hermana Holli ganaba fuerzas de ella para proseguir y así fueron ocultándose entre los edificios circundantes de la villa hasta llegar a los establos, pero eso fue inútil, unos seres nauseabundos construidos de cadáveres diversos se estaban alimentando de los caballos. A Para se le escapó un ligero grito que suprimió con sus manos, pero las bestias estaban tan viciadas en la carnicería que no las notaron. Holli tomó a su hermana por la muñeca y se dirigieron a un camino que salía por las cocinas hacia una callejuela que esperaba fuera menos concurrida, la pequeña lámpara que llevaba consigo era suficiente para sus ojos élficos y a seres como esos no les importaba si la luz las delataba o no.
Mientras descansaban y decidían cual ruta seria la mejor para alejarse del pueblo, ambas pudieron escuchar a uno de los monstruos bañado en la sangre de sus vecinos:
“aun huele a cazador, SIGAN BUSCANDO!!”
Las pequeñas aún temblando por el miedo que provocaba aquel horroroso sonido proveniente de la oscuridad, el alarido y seguido de un cruel silencio sólo perturbado por ese ruido de las mandíbulas al devorar la carne fresca. Continuaron alejándose de la aldea hasta que llegaron a una granja aún muy cercana para estar a salvo, escondidas en los matorrales observaron como un aldeano intentaba defender su hogar en vano, acto siguiente aquel ser de piel roja carente de vida devoraba sus vísceras. Algo llamo la atención de Para, un pequeño que salió corriendo de la humilde cabaña que era perseguido por un No-Muerto para matarle y devorarle como antes lo habían hecho con su familia.
Había sucedido en muy poco tiempo, pero lo recordaría por siempre como si el tiempo en esos momentos avanzará muy lentamente, guardaría amplios recuerdos de la matanza de su familia, del como sus hermanos y hermanas habían perecido, como su madre los había intentado proteger en el interior de su hogar y su valiente padre en el exterior había luchado tan desesperadamente en vano por resguardar a los suyos. Doga presenció la masacre pero llegado su turno e impulsado por el miedo salió corriendo de ese maldito lugar, corría con todas sus fuerzas sin mirar para atrás, el pequeño niño no era presa difícil para aquellos monstruos, uno salió tras él. En la oscuridad total el niño no tenía escapatoria, se tropezaba con cuanto obstáculo encontraba, sus ojos no le guiaban a dirección alguna, la salida de aquella pesadilla estaba cerrada, el errático andar de su perseguidor alimentaba su miedo que a su vez impulsaba sus débiles piernas, eso era lo peor, la incertidumbre del saber que tanto se demoraría en terminar con esa miseria, cuánto faltaría para su fin?
Parecían al fin haber encontrado un rumbo, se ocultaron unos instantes al escuchar el ruido de la persecución, fue cuando contra los deseos de su hermana que Para salio corriendo para ayudar al niño humano, aun sin saber cómo. Holli no compartía la compasión de su hermana, pero comprendía el porque lo intentaba salvar, era por esa piedad que dictaba en el corazón de Para, aquello que de aun sin admitirlo mantenía a Holli en un sentido más cordial y compasivo, pero a fin de cuentas, o al menos en esa ocasión, era el poder extremo de Holli lo que las mantendría a salvo.
- MAGICA INCANTATO !!!!! - grito Holli liberando su preciosa y acumulada carga de energía arcana, una cualidad que la hacia especial sobre las demás aprendices de magia, ella era capaz de acumular su poder para liberarlo luego a su voluntad, así cuando alguien de su experiencia hubiera tan solo logrado conjurar un solo proyectil, Holli atacó al monstruo que amenazaba la vida de su hermana y del niño desconocido con media docena de increíbles orbes de energía que impactaron al ser sobrenatural hasta despedazar su cuerpo carente de vida.
- No tenemos tiempo, debemos irnos - les apresuró Di Arcana.
Como lo ordenó Holli, el ahora trío se encaminó con su pobre luz hacia las laderas de las colinas cercanas, esperando que lo empinado del camino dificultara la labor de sus perseguidores, el riesgo era grande, después de todo, al adentrarse en el bosque había más peligros además de los no-muertos.
Lograron encontrar un sendero que parecía seguro, avanzaron durante un buen rato dejando atrás los sonidos del asalto. Ahora podían escuchar los sonidos del bosque, criaturas al acecho y expectantes buscando a la presa débil y evadiendo al depredador, Holli conocía mucho sobre las criaturas que podían acosarlos, tal vez demasiado, la situación la hacía recordar las peores cosas del Bestiario, desde plantas que abarcan regiones enteras, hasta terribles aberraciones que prácticamente nunca verán mas que sus cavernas, también recordaba los libros oscuros y sus relatos, monstruos de las tinieblas y demonios de fuego, estaba perdiéndose en el miedo que siempre había dominado tan bien, pero si lo hacia, arrastraría a los demás con ella.
Las piernas de la guía dejaron de correr, luego dejaron de caminar, era miedo lo que la detenía, miedo en su más pura esencia, su mente se encontraba abrumada por todo lo ocurrido y su imaginación había empeorado la situación. Se detuvieron y empezaban a perder cualquier ventaja que hubieren ganado, Di Arcana presa del miedo exclamó:
- Es inutil, nos encontramos en una ilusión o somos victima de un delirio o algún encantamiento, el camino debería habernos llevado al rio, pero no lo hizo.
Los otros 2 comenzaban a compartir sus temores, el pequeño humano realmente no sabia que ocurría, su estado era malo desde un principio, pero Para ahora también se ponía mal, su hermana Holliria era siempre la más fuerte de las dos, era la que siempre sabia que hacer y la que conocía justo lo que fuera que las sacara de cualquier situación, verla así le impacto, estaba a punto de tirarse a llorar cuando su luz se apagó.
Se encontraron por unos instantes en la absoluta oscuridad, instintivamente Para cerro los ojos, era un molesto hábito que tenia según su instructora, cerraba fuertemente los ojos cuando se ponía nerviosa o cuando se quería concentrar para recordar algo, incluso al concentrarse al tocar alguna melodía, esta vez buscaba recordar algo aunque no tenia ni idea de que. Súbitamente una idea llego ante ella, abrió los ojos y miro al cielo entrelazando las manos como tratando de evocar alguna plegaria, buscaba una respuesta de ese cielo sin luna, buscaba una esperanza.... y la encontró, una sola estrella brillaba solitariamente.
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