En las enormes plataformas que coronan los rascacielos de
Terra II, se habían establecido destacamentos de defensa, helipuertos, baterías
tierra-aire, artillería anti-aérea y anti-personal, así como estaciones de
radar y otro tipo de unidades auxiliares. La guerra se libraba principalmente
en las regiones de Liberia muy lejanas de ahí, su extensión era enorme por lo
que era fácil realizar ingresos atmosféricos por parte de las fuerzas de Axis para
llevar su avanzada al interior del cuerpo planetario; Terra II era otra
historia, la metrópoli más grande del Reino de la Tierra, era el núcleo político,
comercial y militar del mundo de los hombres y por esa misma razón el lugar más
resguardado del mundo, sus defensas particularmente en ese conflicto iniciaban
en órbita, en la estación espacial Gregor-22, cuya única misión era resguardar
el sector de cualquier intento de ingreso no autorizado, por ello la estación se
mantenía en la órbita baja lo que ocasionaba que su mantenimiento resultara
extremadamente costoso, pero ello también hacia más efectivo su poder de fuego
al atacar principalmente objetivos que estuviesen ya en descenso.
En la estación de radar provisional Jane 04, el Teniente
Walls, técnico especialista de radar, pasaba su jornada con especial atención en
los detalles, sabía que había una batalla en la zona de Gregor-22, habían refuerzos
de Londo en el sector y aunque la flota de Axis era numerosa, las fuerzas de
Londo por sí mismas los superaban 3 a 1 y contaban con la ventaja táctica de
las baterías anti-crucero de la estación así como de sus propios sistemas de
defensa; aun así era bastante bueno poder romper con la rutina del día a día,
los soldados se mantenían mas alerta de esa manera y los ciudadanos recordaban
lo importante del conflicto que de otra manera parecía no afectarles en nada.
Walls había tomado ya su segunda taza de café, una porquería
de instantáneo, pero era un lujo que no siempre era posible de no ser por
encontrarse en la capital, disfrutaba de las pequeñas cosas que le alegraban el
día. Comenzó a pasar revista de instrumentos e inicio el protocolo de
mantenimiento, trato de dar ánimos con palabras de aliento al personal a su
cargo, aunque no le agradaba hacer eso del todo, el soldado regular muchas
veces pierde el sentido de la autoridad si se le estima en demasía, pero no era
algo que le preocupara de más. Paso el medio día sin novedad cuando uno de sus técnicos
le solicito apoyo, algo había aparecido en el espectro del radar, Walls lo
analizo con detalle y concluyo que eran escombros de un cuerpo más grande que
seguramente había estallado en órbita.
- parece que se están divirtiendo mucho en Gregor-22
Walls tomo su radio y se comunico con el Capitán Rupert
solicitando artillería contra los restos que descendían en llamas a la tierra. No
era nada raro que restos de naves o satélites cayeran a la atmosfera durante un
enfrentamiento, pero su experiencia le decía que el que un cuerpo fuese pequeño
no lo hacía completamente inofensivo, podía tratarse de equipo de exploración o
en el peor de los casos de bombas espacio-tierra, no había motivo para
arriesgarse y sus dudas las resolvería una sencilla ráfaga de artillería. En menos
de 45 segundos los cuerpos fueron destruidos confirmando que se trataban de
chatarra espacial y eso hacía que ese día fuera el más entretenido en los dos
meses que llevaban en guerra, al menos para su unidad.
Pasaron un par de horas y se seguían reportando cuerpos
descendentes en el cuadrante, sin embargo a diferencia del primer grupo, el
resto era desintegrado por la atmosfera. Así llego el cambio de turno de la estación,
pero Walls no se retiro, como oficial era su deber mas allá de las ordenes el
extender su jornada en un día tan irregular como ese, luego pasaría a tener que
hacer aburridos informes para justificar unas cuantas rondas de artillería tal
vez mal gastadas, pero prefería atestiguar los hechos por sí mismo y no
depender de algún sargento inexperto en el constante juego militar de la
paciencia y la rutina. Pasaron unos minutos cuando uno de los técnicos que había
entrado de relevo le hizo notar que había señales en el radar.
- sí, las han habido durante unas siete horas, basura
espacial. Aun así repórtenme todo evento.
- si teniente- confirmo el soldado.
- ese cuerpo es bastante grande, calcule trayectoria
Perkins.
- la trayectoria es segura teniente, pasara sobre el
distrito de comercio dos de Terra II y se estrellara en el lago Marte.
- bien Perkins, seguro son despojos de algún crucero…. Veo que
hay un cuerpo similar en la misma trayectoria- analizo en voz alta Walls – Se lo
comunicare al comando central y solicitare artillería contra ambos cuerpos.
Walls solicito fuego contra el primer cuerpo y dio las
coordenadas del segundo, para que las baterías anti-aéreas se encargaran de
ellos, luego comunico lo sucedido con su comando. Daba los detalles de la masa
y volumen estimados de los objetos no identificados mientras veía en la
pantalla como un pequeño punto luminoso que representaba un misil tierra-aire interceptaba
al primer cuerpo fragmentándolo en tres más pequeños. El comando central
notifico algunos problemas de comunicación con el comando en órbita, situación que
era normal por la concentración de partículas energéticas residuales de los
generadores de Axis que incluso utilizaban como parte de su estrategia de
combate. Walls corto la comunicación mientras veía en sus instrumentos como el
segundo cuerpo era también fragmentado en tres pedazos, eso lo inquieto.
Walls retiro a uno de sus hombres de una estación de
monitoreo y se coloco la diadema del sonar parabólico, miraba la pantalla y también
las lecturas en los instrumentos, altura, trayectoria, velocidad, aceleración,
masa…. Y ahí se dio cuenta.
- Perkins!!! ALERTA ROJA!! – tomo la línea de emergencia y comenzó
a girar instrucciones – aquí Jane04 código rojo, repito, código rojo, tenemos
capsulas de ingreso atmosférico en 68,34 Tango; 58,00 Bravo; 66,29 Tango y 68,99 Tango. Solicito fuego antiaéreo
en todo el cuadrante…
Lo siguiente lo dejo sin habla. El radar parecía haberse
vuelto loco, los cuerpos crecían en número, lo que en un principio eran solo un
par de ellos, se volvió una decena y en instantes esa decena creció en una
centena y siguió el estruendo de todo el fuego anti-aéreo de la zona luchando
por abatir la invasión. Algo muy malo había ocurrido en órbita, algo impensable,
de ninguna otra forma podía explicarse semejante vanguardia, pero no había tiempo
para esos pensamientos. Walls giro instrucciones a sus subordinados para que
transmitieran coordenadas de los cuerpos y sus objetivos más probables, Walls sabía
que ese golpe era estratégicamente errado, Terra II se encontraba en el corazón
del reino y aunque el asalto tuviese éxito, los refuerzos acabarían por
recuperar la zona, era impensable que una estrategia tan osada diera frutos,
pero también conocía de primera fuente el heroico fanatismo de los soldados de
Axis, no sería de extrañar que un general buscase una gloriosa muerte golpeando
el corazón de la bestia.
- concéntrate, no hay tiempo para eso, el comando central
analizara el escenario, tu dedícate a monitorear la zona.
Siendo un soldado curtido sintió que se sofocaba en la estación,
tomo su radio y unos binoculares electrónicos, cuando se destinaba a ver la
ahora zona de combate con sus propios ojos un pequeño detalle capto su atención, un pequeño foco
del cual nadie más se había percatado ante el caótico del panorama, una luz parpadeante que
indicaba la presencia de….
Salió corriendo de ahí, cerró los ojos al deslumbrarse ante la
luz natural del exterior y se colgó de una antena para subir un poco más,
mientras en el cielo distante el humo describía figuras de trayectoria de
misiles y numerosos puntos incandescentes cubrían el horizonte, el constante
retumbar de los cañones lo habría ensordecido si no fuese por los audífonos que
llevaba puestos, subió un peldaño más y comenzó a buscar. Sabía que los
instrumentos que lo habían alarmado tenían un alcance mucho más corto que el
radar, no tardo mucho en ver la figura alada a la distancia, flotando entre dos
edificios, tomo los binoculares y lo vio a detalle, una figura metálica
cubierta en fuego semejante a un humanoide con rasgos de algún ave en su
fuselaje y estructura, rojo, dorado y negro eran sus colores y tenia sin duda
escudos militares pero Walls desconocía dichos escudos, sus enormes brazos
terminaban en terroríficas garras y sus alas de fuego lo sostenían en el aire aun
sin moverse.
- imposible.....
Tomo su radio y transmitió un mensaje al tiempo que un fuego proveniente de la extraña figura
arrasaba con todo el techo del edificio en el que se encontraba:
- MAGITEK DETEC…….


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