** Ubicación desconocida, Gwadan Nave insignia. 2ª Flota Arcadiana**
Eran días nebulosos los que habían transcurrido, llenos de una confusión inesperada, el incidente de hace unos días se ubicaba demasiado lejos del frente y la proporción de los hechos sobrepasaba la mas imaginativa operación encubierta que pudiese pasar por cualquier estratega, simplemente hablar de la destrucción de una ciudad entera custodiada por una flotilla de 3 naves completamente operacionales y equipadas. Lo mas grave del asunto era que había ocurrido en territorio imperial lo que había hecho que todas las fuerzas de inteligencia disponibles se movilizaran de una u otra forma, informantes de todo el mundo negaban conocimiento de la catástrofe y los investigadores no podían explicar el tipo de arma que pudiese causar semejante numero de bajas en dichas condiciones, si se tratasen de casos individuales, la mayoría habría sido diagnosticados como “muerte natural” cosa que simplemente no podía ser, no al mismo tiempo.
El condecorado almirante caminaba por los pasillos del Gwadan, escoltado por el capitán de la nave y por un par de guardias de elite, su rumbo, un cuarto de comando con un “huésped” muy fuera de lo común, en cualquier otra circunstancia alguien como el jamás habría tenido acceso a semejante sala, donde prácticamente todo era secreto máximo, ahora “EL” era el secreto máximo, el único sobreviviente del evento.
-¡Olvídense del protocolo!- irrumpió el almirante al tiempo que los presentes en la sala tomaban posiciones para las presentaciones- ¡¿Quiero saber que demonios ocurrió en Euka?!
Los presentes murmuraban entre ellos y de manera conclusiva e indagatoria se volvían uno a uno hacia el ahora prisionero, un campesino que seguramente llevaba puestas sus únicas pertenencias y que temblaba como si supiera lo que le iba a ocurrir.
El interrogatorio duro varias horas y al concluir este el Almirante repartió nuevas ordenes a todos los presentes y luego expulso de la sala a todos exceptuando al capitán del Gwadan, un hombre de toda su confianza.
- ¿Que opinas de lo que dice el testigo? – pregunto el superior, ahora mas relajado.
- ¡Tonterías!- respondió el experimentado capitán- la descripción no concuerda ni siquiera con el Bahamut, nuestro Magitek más avanzado y es por demás fantasioso el insinuar que Rozarria o Dalmasca puedan desarrollar semejante monstruosidad sin que nuestra red de inteligencia se enterase.
- ¿Y que me dice de “La Caverna sin Retorno”? – menciono pensativo.
- ¡Aun mas ridículo! – se indigno el subordinado – conozco las leyendas que giran a su alrededor y le aseguro que si algo saliese de ahí, los clérigos de las altas ordenes imperiales se habrían enterado de ello.
- Entonces lo único que sabemos con certeza, es que esa cosa del tamaño de un crucero apareció de la nada sobre Euka, al tiempo que esas extrañas estrellas aparecieron sobre el cielo, recito palabras en un lenguaje no identificado y que todo ser vivo de los alrededores simplemente comenzó a morir……- hubo un silencio incomodo y prosiguió- … por alguna razón dejo a ese hombre vivo y después desapareció.
- Eso lo resume todo señor- concluyo el capitán.
- No capitán – continuo el almirante- hay un detalle que pasamos por alto y es el hecho de que este incidente NO esta relacionado con la guerra.
- ¿Por que lo dice señor? – respondió confundido.
- Estrategia capitán – respondió – ese ataque carece por completo de relación con la estrategia global de cualquiera de los bandos. El ataque en si mismo no destruyo ningún blanco importante, no dejo sobrevivientes para causar pánico, carece de daño a infraestructuras importantes, las bajas mas importantes son las de los capitanes de dichas naves, el sitio esta demasiado lejos del frente, no interrumpió líneas de suministros, fue como si un niño tomara una pieza (muy grande) de ajedrez de un tablero y la pusiera en otro tablero sin relación alguna con el primero. Eso es lo que mas me inquieta, fue una demostración de poder sin objeto alguno.
¿En serio? – interrumpió gruñendo el eco de una voz de acento extraño.
Los comandantes se voltearon al interior de la sala de comando la que, según habían asumido, estaba vacía. En el fondo vieron un enorme gorila negro con unos desproporcionados dientes que se salían se sus fauces, ojos llameantes y que según parecía, hablaba.
Al menos le atinaron a una cosa GRRR..– se burlo el gorila - fue una demostración de poder, solo que usted seria el niño tonto que no sabe que es lo que pasa GUAHHH!!!!!!
Los guardias fuera de la puerta entraron en la oscura habitación alarmados por unos gritos y por un instante les pareció que un animal los miraba sosteniendo algo en su hocico. La escena los hizo enfermar en el acto, la sangre salpico todo el lugar y restos de los que alguna vez fueron altos mandos militares se encontraron esparcidos por toda la sala. Cuando llegaron los oficiales a investigar se encontraron con que inclusive en el techo habían masas sanguinolentas, no podrían reconstruir ni remotamente los cuerpos de las victimas, un crimen brutal cuya única pista resulto ser un extraño símbolo tallado burdamente sobre la mesa de la sala de comando:

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