lunes, 19 de agosto de 2013

Los Problemas de Veronica

Lombarr se encontraba en su despacho asolado por documentos, cartas y peticiones; al principio había creído que ser director del instituto seria cosa sencilla, cuando impartió clases tenía plena libertad de enseñar sus asignaturas como creyera conveniente, únicamente recibía recomendaciones del director cuando así era necesario. Ahora el recientemente nombrado director se encontraba todo el tiempo inmerso en problemas, algunos sin ninguna importancia en realidad, salvo que para los padres de familia que internan a sus hijos en tan prestigioso centro, todo era siempre un problema mayúsculo. Constantes cartas llenaban el escritorio del elfo de peticiones de los nobles solicitando estancias más adecuadas para sus hijos, la constante lucha por el dominio del ala oriente de los edificios destinados a los dormitorios era como una guerra por la conquista de un reino - uno de estos días, un ejército aparecerá para sitiar la escuela exigiendo dormitorios privados para algún joven señor – pensaba el mago – se sorprenderían al ver los ejércitos que ya hay formados adentro de las murallas, si al menos pudiera controlarlos.

El instituto formado hace milenios, era casa de los más grandes prodigios en diferentes artes, cuna de la prosperidad de Vega, los estudiantes que ahí residían eran todos especiales, cada uno de ellos provenía de una casa legendaria que podía remontarse generaciones, los que no contaban con tan amplio cartel seguramente habían sido becados por la corona al encontrarles grandes dones que debían ser moldeados en bien del reino, no todos continuarian por el camino que recorrían mientras estudiaban, pero definitivamente enriquecían sus vidas con las experiencias y relaciones que ahí obtenían y de esa forma todo el reino se enriquecía cada vez mas.


Miro de reojo a su pequeño asistente, una forma peluda bastante peculiar, muy inteligente pero no hablaba o al menos no lo hacía en una forma convencional – está esperando a ver a qué hora hago entrar a la bibliotecaria.

- está bien, hazla pasar – el pequeño ser peludo corrió y entre saltos salió por la puerta para regresar luego con una joven que tenía aspecto de estar enfrentando a la misma muerte.

- toma asiento Verónica, no temas, no voy a ordenar que te mutilen para luego colgar tur restos en la muralla – intento tranquilizarla el nuevo director – eso no lo hacemos hace siglos.

La joven no capto la broma y evidentemente pasó saliva como si hubiera salvado el peligro por un pelo, Lombarr se dio cuenta luego de una breve risa – esta tan incómoda como yo.

- Bien Verónica, tranquilízate, explícame que fue lo que sucedió, tomate el tiempo que gustes – el asunto no era tan grave a ojos del mago, pero podía servir de placebo para posponer su sesión de regaños por correspondencia de los padres de familia.

 - Si profesor, vera.. yo estaba….y …..solo que

- estabas en la biblioteca y a riesgo de que mi intuición me falle, estabas leyendo, no es así? - trataba de romper el hielo.

- Vera me encontraba leyendo una historia escrita por mi autora favorita, la trama era profunda y emotiva, cada página que pasaba me hacia contener la respiración antes lo que podía pasar después.

- A mí también me gustan los cuentos de Dream, por favor continua.

- como le decía me encontraba leyendo cuando llego un grupo de estudiantes o eso pensé- “El Terrorífico Consejo Estudiantil” inspiraba terror sobre todo en los maestros porque nunca se podía saber que esperar de sus fechorías, que si bien no eran peligrosas ni se salían (por lo general) de las reglas del instituto, si dejaban constantemente un rastro de destrucción a su paso, lo que a los ojos de Lombarr seria luego una montaña de cartas y peticiones de padres de todo el reino; pero a fin de cuentas seguían siendo solo estudiantes y a pesar de sus títulos en el exterior, al ingresar al instituto eso no tenía validez, todos los estudiantes eran iguales (o al menos esa era la intención).

- en fin, continué por largo rato mientras ellos tenían su reunión, no paraban de reír y hacer ruido, hice un “shhh” de silencio en repetidas ocasiones pero simplemente me ignoraron, así que intente hacer lo mismo. Pasaron paginas y paginas y me adentraba cada vez más en la historia no perdía detalle, pero una comadreja no se callaba y los demás aplaudían todas sus habladurías y no mencionemos a su sequito de seguidoras y sus agudas vocecillas.

Trato de mantener la compostura y continuo – lo recuerdo vívidamente, me aproximaba al clímax, los héroes se habían reunido con el adivino para preguntarle lo que quisieran, sobre sus destinos y sus sueños – obviamente hablaba de su lectura, pensaba el director que aun no leía ese tomo temiendo que le arruinasen alguna sorpresa– lo recuerdo perfectamente iba así:  “al fin Cat se acercaba a la pregunta a la que tanto temía, en ese momento su corazón no se encontraba en ese lugar, sino lejos en las tierras natales, persistía la sombra de la respuesta que pudiese darle el adivino, después de todo, nada solía salir como ella lo esperaba, en ese último instante escucho una voz en su interior y reflexiono, no sobre las consecuencias de su pregunta, sino sobre las razones que la impulsaban a hacerla, había tomado una decisión y fue así que vio al adivino a los ojos y …”  - un rostro de decepción apareció en la joven de gafas.

- ….. y que paso entonces? – el director no pudo ocultar su interés en la trama.

- estaba en blanco, todas las paginas que continuaban estaban en blanco – el rostro cambio de decepción a ira en un instante – el escriba no lo acabo de copiar o la escritora no había terminado el libro o es posible que sea una historia falsa hecha por algún bardo con el nombre falsificado o……..- hizo un breve silencio y tomo aire-  fue entonces cuando sucedió…… la reina del instituto grito algo así como: “será la mejor bienvenida de la historia” y simplemente pasó.

Cuando Verónica llego a las últimas páginas escritas, enfureció ante el escenario que había encontrado, buscaba y buscaba entre paginas y paginas, todas en blanco; justo en el momento en que el humo estaba a punto de salirle por las orejas, una estudiante al otro lado de la sala se paro sobre la silla y proclamo el éxito que tendría su plan para la bienvenida escolar y ahí fue que estallo:

- YA CALLATE COMADREJA GRITONA!!!

Verónica se puso de pie furiosa al emitir su grito, cerró el libro que estaba leyendo y lo arrojo con todas sus fuerzas hacia la fuente de su exasperación, golpeándola justo en toda la cara con el lomo del grueso tomo y haciéndola caer al piso. El orgullo por haber acertado y liberado su irritación se vio ensombrecido de inmediato cuando reflexiono – le pegue a la princesa, ohhh no, LE PEGUE A LA PRINCESA DE VEGA!!!

- Así que eso fue todo? – interrumpió el director.

- sí, eso fue lo que paso – Lombarr examino su reacción y determino que hablaba con honestidad, la bibliotecaria era demasiado distraída como para sostener una mentira.

- lo mismo que me relato la princesa Annadia – el director había escuchado la versión de la princesa cuando acudió a verla a la enfermería, donde con las magias blancas le habían sanado la nariz y reacomodado el tobillo, le pareció tan absurda la historia que creyó que seguro mentía u ocultaba algo mas, situación que era una constante cuando sus hermanas mayores estudiaron en el instituto.


-bien eso será todo Verónica, te asignare un castigo luego, pero no temas, no será por atentar contra la corona o algo similar, sino por haber golpeado a un estudiante, que a fin de cuentas es todo lo que paso, te excediste al disciplinar a un estudiante que no guardaba la compostura en la biblioteca, bajo previas advertencias – el director sabia que el asunto no era para tanto, pero debía preparar una respuesta satisfactoria si esto llegaba a oídos de su buen amigo el príncipe Anderlei, después de todo se trataba de su hermanita favorita.   – gracias a la luz que Anna no cuenta con la complicidad de una melliza, aquello fue una pesadilla…… a y por cierto, aléjate de esos libros mágicos.


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